lunes, 7 de febrero de 2011

Cirúgia plástica

Una joven va a un cirujano plástico de renombre, y en la entrevista le dice que sus labios vaginales son enormes y que le causan vergüenza, ella los quiere muy recortaditos y le pide estricto secreto profesional.



El cirujano, después del examen, está de acuerdo y proceden con la operación.



Cuando al día siguiente ella despierta de la anestesia, encuentra tres rosas sobre su almohada. Se encoleriza y llama al médico para pedir explicaciones, gritándole:



- ¡¡Doctor!! ¡Ud. me prometió la más estricta confidencialidad!



El cirujano la tranquiliza diciéndole:



- La primera rosa es mía, porque Ud. pasó a través de todo este procedimiento con mucho coraje. Y la segunda rosa es de la enfermera, y es por simpatía y comprensión, ya que ella tuvo también hace un tiempo la misma operación.



- ¿Y la tercera rosa? -le pregunta ella atónita.



- Ésa es de un señor de la Unidad de Quemados; le agradece muchísimo sus nuevas orejas ...



9 comentarios:

Chafardero dijo...

Viva el reciclaje!!

Julio-jagdo dijo...

jajajaja, que orejas mas sensuales.

AZAHARA dijo...

jejeje! Pero que tenía esa mujer allí abajo, jeje!

RAMPY dijo...

Por Dios, jajajajaja

juan rafael dijo...

Las mujeres nunca están contentas ni aunque les regalen flores.

Mara Jade Garland dijo...

Claro, ahora entiendo lo de los piercing.

VícToR dijo...

Muy bueno!!

Me lo apunto a mi lista.

saludos

noveldaytantos dijo...

Yo me transplanté un dedo en la frente para pasar las hojas de los libros y te aseguro que va de maravilla la cosa. Sí, he sacrificado un poco la estética pero ha valido la pena.

semilla dijo...

¡¡¡¡genial!!! ya lo reenvié a todos mis contactos....muy bueno

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