5.-La escobilla del váter.

Que invento más asqueroso. Da grima. Ahí esta, mirándote, agazapada en un rincón tras la taza del váter. Esperando que la restriegues por el interior de la taza para alimentarse de los restos, que, por blanditos, han quedado pegados a ella. ¿Y después qué? ¿Que haces agarrado a ese palo, en cuyo otro extremo hay una cabeza de cerdas duras llenas de mierda y pises?¿Lo sacudes dentro para que no chorree? Nooooo. Mala idea. Si lo haces, te salpicaran gotitas en la cara por el retroceso de las cerdas y no sabrás si esas diminutas gotitas son de agua, agua con pis o de agua, pis y caquita que cual gotele ha impregnado tu cara. En ese momento te la deberías ver, es patética. Una mezcla de asco y parálisis facial, con los labios ligeramente hacia fuera, el de abajo más, pues una o varias de esas diminutas gotitas siempre caen en los labios. El típico sudor frío comienza a apoderarse de ti. Se fuerte. Con la muñeca de la mano libre te restriegas ligeramente el labio pensando que te lo has quitado cuando lo que has hecho ha sido extenderlo irremediablemente por tu boca. ¡Buen provecho! Pero si decides no sacudir la dichosa escobilla, tendrás que devolverla a su sitio chorreando, volver a dejarla en esa especie de cubito donde hace la digestión. Ahí se queda, mojada,encharcada, esperando su próxima comida. Es un invento no hecho para los hombres, los hombres de verdad, los machotes, no necesitamos de tan asquerosos artilugios, nos basta una buena meada a presión sobre las zonas cubiertas por los restos rebeldes para acabar con ellos. Si son muy persistentes habrá que aplicar el tratamiento durante varios días hasta acabar con las incrustaciones. Un chico Mahou nunca debería tener problemas para alcanzar la suficiente presión desincrustante. Tal vez este comentario le resulte desagradable a alguien, pero la cruda realidad "e lo que e" y estoy seguro de que casi todos estaréis de acuerdo conmigo. He hablado de las asquerosas escobillas de nuestras casas,pero( a mi se me ponen los pelos como escarpias), pensad por un momento en las escobillas que os acechan en los vateres públicos, en las gasolineras, en esos bares cutres que hay por esos mundos de Dios. Seguro que alguna vez os habéis tenido que enfrentar a esas escobillas salvajes en alguna letrina extraña, en algún sucio inodoro, en algún infecto excusado, en algún inmundo retrete y la habréis tenido que usar, porque, claro, si la usas en casa, la tendrás que usar allá donde vayas y la encuentres. ¿O es qué solo eres limpio cuando la taza es tuya?¿Eh?. ¡So guarro! La escobilla debería estar con los elementos de pintura. Su verdadera utilidad es la de aplicar pequeños parches de temple a modo de gotele en las paredes. La próxima vez que te sientes en el trono, vigila, ella te esta acechando. He dicho.

Hay que ver lo que hace uno a las tantas de la madrugada. Me debe haber picao' la peligrosisima escobilla pica-taraos.